sábado, 30 de junio de 2012

Elección



Eran viejos amigos; casi amantes. El jugaba con ella y varias veces estuvo muy cerca de poseerla. Ella, en cambio, le era esquiva, caprichosamente esquiva, hasta el día en que decidió entregarse.
Se unieron para siempre; aunque para mí, la muerte no es una amiga confiable.