lunes, 4 de febrero de 2013

Desacuerdo




Siempre hablaba del amor, toda su verba estaba impregnada de amor, sus poesías, sus cuentos, todo hablaba de amor; pero no lo conocía. Su vida era un vacío, un recoveco de fracasos sin una hendija por donde se filtrara el sol. No conocía la suavidad de las caricias, la humedad de los besos dados con pasión, ni siquiera la indecisa identidad genética que tienta a buscar el placer.
Por más que se intente tecnificar el mundo, los robots literarios no deberían fabricarse.

Circus



El elefante estaba ahí. Estaba seguro de haberlo visto al abrir la puerta, pero como era rutinaria su presencia, tenía dudas de si era o no cierto.
Pero se dio la alarma: ¡Robaron el elefante!
En la función de la noche, los payasos lloraban, los trapecistas se mecían en sus trampolines sin hacer sus acrobacias, los domadores silenciaron sus látigos, y el mago, muy preocupado, no sabía qué hacer con esa rata.