(Angelo Bronzino - La locura)
-Bueno… escritor aficionado -me dije-, hace ya rato que no escribes.
-Lo que pasa -me contesté-, es que estoy muy ocupado últimamente que ya casi ni tiempo para mí me queda.
-Entonces, dedícate a otra cosa, menos comprometida con los demás; a lo mejor -me repuse
-Escribir no significa tener compromisos con nadie –me respondí
-¿Ah sí? -me cuestioné- ¿y los lectores que me siguen?
-Problema de ellos -respondí-, yo no escribo para nadie en particular
- y entonces, ¿para quién escribes? -me pregunté
-Para mí -me contesté
-Te quedarás solo -me intimidé
Y mi otro yo guardó un inexorable silencio.
Ahora sí que voy a escribir tranquilo. No soporto las presiones.