martes, 10 de enero de 2012

Esto no es cuento

Anoche tuve un sueño.  Me vi escribiendo en mi computadora como lo hago con frecuencia. De pronto, el promiscuo y detestable personaje sobre el cual escribía, abrió sus enormes fauces y me mordió la mano derecha hasta arrancarla. Una vez que la tragó, prosiguió con la izquierda. Admirablemente no me dolía. Al verme sin manos, le espeté en la cara una andanada de insultos irreproducibles, sin tener en cuenta que lo había creado marino. Entonces salió nadando por debajo del escritorio y me comió las piernas.
-¡Ah  no!  –Le dije-, eso es traición pura, pedazo de hijo de p…. No terminé la frase y me devoró por completo.
Ahora estoy despierto.
-Por favor, si alguien leyera esto, avise a mi familia que estoy vivo, que no sigan buscando el cuerpo y que no apaguen mi computadora. Allí dice que al tercer día la ballena me vomitará en la playa.

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