No era joven, no era virgen y no tenía el vientre ancho. Sufría horrores frente a tan tremenda desventaja competitiva, pero el desfile ya se había iniciado.
- Esto es nuevo –dijo-, hasta hoy siempre había sido la hembra…
- Han cambiado los tiempos, nena –respondió el caníbal en medio del cortejo y, parado en la puerta de su cueva, la devoró sin piedad por falta de atributos.
Por ahora, son cosas de las arañas Allacosa Brasiliensis, no sé mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario