sábado, 13 de octubre de 2012

Descuido



Oleo - Víctor Agea

Siendo aún muy joven descubrió la espiritualidad y se dedicó a cultivarla. Podría decirse que su vida misma era un tratado de ascesis; pero cierto día, en trascendental meditación, cayó en la cuenta que ese espíritu iluminado vivía en un cuerpo físico igualmene bello, dotado de ciertas cualidades que lo hacían capaz de experimentar  estímulos y sensaciones placenteras y que, además, podían ser armonizadas: Cuerpo y espíritu como un todo existencial. Entonces quiso cultivar también su físico, pero ya era un poco tarde: le habían crecido alas contra natura.

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